El Capitán Corchea navega por los mares de la música componiendo canciones cargadas de sonrisas para niños, niñas y sus bonitas compañías. Una música optimista llena de disparatados personajes como el cocodrilo y el tiburón, a quienes les encanta el rock and roll, una gallina que alucina cantando en un coro de vecinas, un tren de chocolate, una vaca que guarda muy bien los secretos y no dice ni mú, un barrio que es es un sitio muy lógico con gentes de muchos lugares que parece un zoológico y por supuesto La Contraria, porque a todos nos gusta elegir por nosotros mismos.

La música es fundamental en nuestra vida y en nuestra cultura. Todo lo importante se ha cantado y se ha hecho música. Aún es más importante en las primeras etapas de nuestra vida, en la niñez, que es cuando se están construyendo los pilares de la persona que vamos a ser. Los valores que aprendamos en la niñez nos acompañarán siempre. La música tiene el valor de la comunicación, del trabajo en equipo, fomenta el respeto, la creatividad, la imaginación, es un medio de expresión emocional y no solo se escucha, también se canta, se toca, se baila, se comparte, se disfruta y se vive. La música es una gran amiga que siempre nos acompaña, es un precioso barco para viajar por la vida.

A lo largo de más de 20 años, José Luis Gutiérrez, el Capitán Corchea, ha desarrollado diferentes espectáculos con el fin de difundir la música por todos los rincones del planeta Agua, especialmente por el mundo de los niños. “Los conciertos didácticos del Capitán Corchea, en realidad, están dirigidos a todos los públicos, podríamos decir que son para un público atemporal, como el que pudiera tener, por ejemplo, Charlie Chaplin. Por marcar una edad escolar, señalan, de 6 a 12 años.

Entradas en la web del Auditorio de León.