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Clara (Mamilatte): "Montessori no es una cama o un objeto bonito, es algo que está en ti, en cómo te aceptas, te conoces y tratas a los niños"

Entrevistas
13 febrero, 2019

Leonesa afincada en Lleida, Clara González muestra, desde su web Mamilatte y a través de las redes sociales, cómo aplica a diario con sus hijos el método Montessori. Profesionalmente se dedica a la psicología como consultora especializada en infancia y adolescencia. Acompaña a familias docentes y escuelas en la educación tanto a nivel individual como formativo.

Se trasladó a Barcelona con una beca de intercambio para finalizar sus estudios. Iba a ser una estancia de un año, pero se quedó para seguir formándose. «Tanto me formé que formé hasta una familia», bromea.

Charlamos con ella para acercarnos un poco más al método Montessori y descubrir su opinión sobre diversos aspectos relacionados con la educación.

¿Cuándo conoces la pedagogía Montessori y por qué te atrae tanto?

Conozco Montessori durante mi formación en Psicología hace 12 años, pero no es hasta hace seis que me meto de lleno en ella, al trabajar con un grupo de adolescentes con una situación social, personal y emocional muy complicada. Es allí cuando mi carrera profesional da un giro y me doy cuenta de que los adultos y los adolescentes tenemos muchas carencias. La pedagogía Montessori me atrae porque permite que el ser humano despliegue todo su potencial y llegue a su punto de crecimiento personal más álgido, por eso decido dedicarme por completo a acompañar a la infancia como vía para desarrollar adolescentes y adultos seguros y con una personalidad sana.

¿Cómo te formas para ser guía Montessori?

Hace cinco años decidí ser madre y, a la par, me formé como guía tanto por interés personal como profesional. Realizo mi formación con la Asociación Montessori Internationale y dedico cuatro años a un estudio profundo e intenso del niño, a visitar muchas escuelas y a trabajar a diario en su aplicación. Es un trabajo continuo, precioso e inagotable.

De esta pedagogía, ¿abrazas todos y cada uno de sus aspectos o hay algo con lo que no estés de acuerdo?

Montessori una pedagogía científica basada en una metodología observacional pulcra del desarrollo de los niños. Por tanto, todo lo que nos aporta está orientado a poder respetar las leyes que la naturaleza tiene programada para nuestra especie, ¿quién puede ir en contra de la naturaleza del ser humano? Yo soy totalmente afín a ella, y sólo lo puedes ser cuando la conoces en profundidad.

Explica a alguien que la desconozca qué es esta pedagogía.

Pues se trata de una antropopedagogía porque nos da luz de cómo se produce el desarrollo de los niños, sea cuál sea su raza, cultura o momento histórico, todo ser humano comparte las mismas necesidades y periodos en la infancia. Es una metodología que la italiana María Montessori investiga hace cien años y cuyo eje vertebral es ver al niño como el creador del hombre adulto que llegará a ser, y esto es algo que la neurociencia corrobora hoy, el impacto que tienen los primeros años de vida en la construcción de la personalidad.

El niño es, desde ya mucho antes de su nacimiento, una semilla con todo su potencial, por tanto el adulto no puede decidir sobre cuándo y cómo va a germinar pero sí puede cuidarla y darle los nutrientes y el medio para que prospere adecuadamente.

María Montessori dice: «cualquier ayuda innecesaria es un obstáculo al desarrollo”. Esto nos revela cuál es la posición del adulto respecto al niño, un papel en segundo plano en la cual se dignifica al niño y se le trata con el mismo respeto que a cualquier adulto.

Si tu amigo sabe comer sopa no le pones la cuchara en la boca, ¿verdad?, porque si lo hicieras no sería respetuoso, primero porque violas su independencia, su territorio personal, sus tempos y lo que es más importante: ¿ qué mensaje subliminal le trasladas respecto a su propia capacidad?

Muchos adultos tienen muy claro que no harían este tipo de cosas a otro adulto, pero cuando hablamos de niños esto no está tan claro, el adulto siente la presión de hacerlo todo por el niño y es un grave problema ya que hoy en día tenemos una corriente de padres helicópteros. A eso debemos sumar la elevada tasa de medicación psiquiátrica que reciben nuestros niños españoles y las verdaderas dificultades que en general tienen los jóvenes de hoy para tomar decisiones por sí solos y que se conoce como la generación de la taza de porcelana.

Por otro lado, también se observan muchas corrientes bajo el paraguas del apego y eso lleva a mucho padres a confundir el respeto al niño con el libertinaje y una vida sin límites causa mucha confusión en los niños, se pierden y están teniendo muchos problemas adaptativos a su comunidad. En Montessori hay un equilibrio entre la libertad y los límites, entre la conexión y el amor y también la responsabilidad con su entorno.

El lema de la pedagogía es “ayúdame a hacerlo por mí mismo”, la base es la independencia del ser en todas sus facetas:

  • física en los primeros 6 años
  • de pensamiento en los de los 6 a los 12 años
  • social de los 12 a los 18 años
  • moral de los 18 a los 24

Hay gente que habla de «esto es muy montessori» o «algo montessori», ¿se puede aplicar un poco o es todo o nada?

Montessori es una actitud hacia el niño, una filosofía de vida y es totalmente aplicable al día a día de cualquier educador o persona que conviva con niños, por supuesto.

Montessori no es un todo no nada, tampoco es un material, una cama, un libro o un objeto bonito, es algo mucho más profundo que está en ti, en cómo te aceptas y te conoces tú y cómo tratas a los niños.

Estás en contacto, a través de las formaciones que impartes, con muchos padres. ¿Qué dudas son las principales que te transmiten ellos a la hora de criar a sus hijos?

Las principales dudas vienen en los momentos transicionales importantes: la independencia motora, la independencia del lenguaje oral, la independencia alimentaria, la independencia de esfínteres, la independencia del lenguaje escrito, la independencia psicológica (soy yo) y la independencia emocional (expreso mis emociones).

Generalmente las consultas vienen porque en algún punto el adulto bloquea alguna de estas independencias naturales y las quiere controlar de algún modo y esto hace que niño y adulto entre en una lucha. Esta situación de conflicto de poder es muy visible porque el niño se defiende ante esa violación de lo que es suyo y los padres están perdidos y lo quieren gestionar. Estas personas que llegan a consulta son una generación de valientes, porque llegar hasta ahí, el darse cuenta que algo no funciona es el primer punto para el cambio y para que podamos entre todos dar a la infancia lo que es suyo: respeto y tiempo al tiempo.

Lamentablemente no todos los educadores se cuestionan este tipo de cosas y lo niños tienen que adaptarse a sus requerimientos, frenando todas esas independencias tan vitales para una madurez saludable.

¿Con tus hijos haces homeschooling o los llevas a algún centro acorde con tu forma de ver la educación? Sea cual sea la respuesta, explícanos un poco.

Es un poco complejo de explicar, mis hijos siguen una educación 100% Montessori fuera de un sistema institucional tradicional que en nuestra localidad no nos da respuesta a la visión de la que estamos hablando. Cada familia debe elegir lo mejor para ella y es perfectamente respetable.         

El niño es el maestro… ¿qué has aprendido tú estos años de tus hijos?

Pues principalmente me dan la oportunidad cada día de poder redescubrir el mundo y gozar de nuevas primeras veces a través de sus ojos. Ellos son sus propios maestros, nos enseñan que el ser humano es poderoso y bueno.

Otra de las cosas que he aprendido es dejar a un lado el control, porque yo no tengo que controlarlos sino ayudarles a que ellos se controlen. Los padres no somos superman o superwoman y dejar ese superpoder a veces es lo más duro desde la pedagogía, soltar amarras.

Son maestros de vivir la vida de manera plena en el aquí y el ahora.

¿Ha cambiado mucho la Clara de hace años que no tenía hijos a la de hoy?

La Clara de fondo es la misma, ahora vivo más las pequeñas cosas de la vida y estoy siempre acompañada.

¿Qué tipo de educación te dieron a ti y en qué te ha influido?

Pues la verdad es que cuando me metí en este camino jamás me cuestioné como había sido mi educación y solo puedo estar agradecida de lo que soy. Simplemente mi objetivo es dar a los niños lo que ellos se merecen ara tener una sociedad de paz y cooperativa.

Yo recibí una educación tradicional como la mayor parte de nuestra generación y en la escuela recuerdo vivir con miedo ante las faltas de respeto hacia los niños: amenazas, castigos, premios y un sinfín de sistemas basados en el dolor y la culpa.

Por el contrario en mi casa nunca recibí castigos ni premios por mis comportamientos y siempre me he movido por lo que yo realmente he creído sin dejarme influir mucho por mi entorno. También una parte de mi vida fui criada por mis abuelos en un entorno muy natural, artístico y sensorial. Estas casuísticas supongo que me han ayudado a tener parte del camino hecho. Es cierto que tú llevas grabada en tu plantilla de vida unas actitudes influenciadas por tu niñez y que es más fácil que salgan en modo automático con los niños.

En Navidad escribiste un artículo en tu blog sobre los Reyes Magos, la fantasía, etc. que se recibió con polémica e incluso con comentarios desagradables. ¿Es este el punto más controvertido de Montessori?

Para quien solo conoce la superficialidad Montessori esto es algo que llama la atención y que mucha gente no quiere escuchar.

Explícanos un poco cómo se aborda o cómo no se aborda el tema de la ficción en Montessori

Pues la neurociencia y María Montessori nos dicen que el pensamiento hasta los 6 años está centrado en lo concreto, lo real, ya que la parte superior del cerebro no está aún desarrollada para la abstracción y entender bien, por ejemplo, la historia de la humanidad o que ahí arriba hay una vía láctea porque es algo que no está, y no pueden tocar de modo, que el cerebro ha de abstraer para entender.

Lo que también sabemos es que el aprendizaje que se da en los 6 años se hace a través de los sentidos por lo que no nos interesa perder ni un segundo con cosas que no se tocan o no son reales, nos interesa que el niño toque, sienta, viva su realidad y su verdad y es a través de ella con la que adquirirá esa capacidad de abstraer e imaginar con intensidad.

Es muy controvertido porque la gente confunde imaginación con la fantasía, en Montessori no cortamos las alas a que un niño coja un pedazo de tronco y haga que es una taza porque una taza es su realidad, lo que no damos es fantasía una historia de un hada que cuando te toca te vuelve azul por ejemplo, porque esto no es real, no existe y pude crear mucha confusión, miedo, pero lo más importante es que le estamos robando uno minutos de oro para poder dejarle verdad.

A partir de los 6 años aproximadamente el niño Montessori está preparado para esa fantasía en la que el se vuelve una persona muy creativa contando la historías fantásticas más ricas.

En cualquier caso, llegar al punto de la descalificación… ¿por qué crees que los padres actúan así? ¿Por qué se critica tanto lo que hacen otros padres? ¿Por qué somos tan duros los unos con los otros? ¿Por qué tanta competencia?

Hombre, pues creo que nadie en su sano juicio quiere hacer esas cosas para hacer daño a sus hijos de manera consciente. Lo hacen porque como decía sale el piloto automático de lo que recibieron de niños y porque no tienen otros recursos más.

Pues lo de que os padres critiquen a otros padres tienen que ver con una educación basada en ser el mejor que los otros, en premiar, en castigar, en educar en una sociedad de ganadores y perdedores, de adultos con poder y niños sin poder… El arte de la lucha se enseña desde el nacimiento, en cómo tú luchas con tus hijos o alumnos.

Esa es una de la cosas que cambias cuando entras en Montessori, el respeto a cualquier persona, no sólo al niño, a ser compasivo, porque detrás de una conducta siempre hay un motivo y las personas necesitan hacer un proceso.

Yo pienso que no sólo hay una manera de educar y debemos de ser respetuosos con cada padre, madre, abuelo, abuela, maestro o maestra porque nunca sabemos la batalla que hay detrás de todos ellos.

Todos llevamos algo bueno dentro que compartir con los demás, no es una lucha de estilos educativos, debemos darnos la mano para que la misión del educador para con el niño se tomen en cuenta en esta sociedad.

Supongo que esta cuestión te la han planteado más veces… ¿de verdad unos padres necesitan formarse para educar a sus propios hijos?

Los padres tienen un instinto innato para mantener la supervivencia de la especie, la cosa es que nuestra sociedad hipermega tecnológica y las necesidades y comodidades de los adultos de hoy en día han cambiado y han hecho que los instintos queden dormidos.

No es que necesiten formarse, es que hoy en día también el hombre ha llegado a su punto más alto como reflexivo y pensador y es capaz de cuestionarse a si mismo, querer autoconocerse y hacer un trabajo de crecimiento personal, algo que todos deberíamos perseguir. Realmente en mis talleres los papás no se forman en cómo educar a sus hijos, lo que hacen es un profundo trabajo de conocerse a sí mismo y de entrenar sus habilidades intra e interpersonales para ser ellos mismos un espejo en la que se veran reflejados su hijos y que mamen de manera natural esas actitudes vitales.

Por último, ¿sueles venir a León en vacaciones? ¿Cómo ves la ciudad y la provincia para ellos, encuentras propuestas interesantes para realizar? ¿Alguna idea que quieras compartir con otros padres?

¡Claro! Siempre es un buen momento para ir a León, a mi tierra cazurra. La ciudad la veo muy cambiada, veo mucha gente de mi generación moviendo hilos y creando y eso es algo hermoso.

En cuanto a propuestas hay ideas muy interesantes y vuestra página es genial para, desde la distancia, estar al día de todo.

No obstante, sólo caminar por la ciudad o la provincia es tan interesante para los niños que no necesitan muchos planes extravagantes más para disfrutar y aprender. Caminar alrededor de la muralla contemplando sus piedras, concentrarse en la arquitectura de la Catedral, Botines y cualquiera de los edificios del precioso patrimonio leonés. Mirar esa cielo con esa luz azul tan intensa, sentir el frío y abrigarse, sentir el sabor y el calor de un buen cocido maragato, meter las manos en un cubo de legumbres, pescar truchas en el río, bailar al son de la música tradicional leonesa, o caminar por la montaña leonesa, esos son los mejores planes para los más pequeños. Eso es Montessori, disfrutar de lo esencial, de lo pequeño, ¡ahí está su grandeza!

Lo que sí pediría a quienes llevan los museos son más talleres  familiares o adaptados para niños.

 

Página web de Mami Latte: www.mamilatte.com