El regalo que se merece mamá

El próximo domingo 5 de mayo se celebra el Día de la Madre, así que si estáis buscando regalo (o autorregalo), os vamos a dar una idea que combina un ratito de relax con bienestar.

En Salt Room León, las cuevas de sal de las que os hemos hablado en más de una ocasión, cuentan con tres salas: una para los peques con juguetes y juegos, una destinada a los adultos en la que entran seis personas y una privada para un máximo de dos personas.

Esta última está dirigida a todos aquellos que quieren beneficiarse de la haloterapia, pero también a quienes simplemente buscan sacudirse el estrés y disfrutar de un rato de tranquilidad. Además, aquí ofrecen distintos servicios, como masaje o incluso la opción de cava y bombones para ir en pareja. Todo acompañado de música tranquila.

En estas cuevas de sal se aplica la haloterapia, una terapia natural y sin medicamentos consistente en respirar un ambiente saturado por micropartículas de sal mineral. Estas micropartículas las dispersan por la sala de forma homogénea y controlada los halogeneradores. Además, tanto las paredes como el techo y el suelo de cada sala están cubiertas por sal y piedras del Himalaya.

La sal se lleva usando con fines curativos desde la Edad Media, pero fue en el siglo XIX cuando empezó a prestarse más atención a la haloterapia. Y fue precisamente porque se vio que en unas minas de sal, en Wieliczka, cerca de la ciudad polaca de Cracovia, no sufrían los problemas respiratorios que el resto de la población. A partir de entonces comenzaron a crearse centros en cuevas de sal y más adelante a reproducir este ambiente salino en la superficie.

Los beneficios de las cuevas de sal son múltiples y están relacionados fundamentalmente con tres aspectos: los problemas respiratorios, los dermatológicos y el estrés. La sal reduce la inflamación y limpia las vías respiratorias favoreciendo la expulsión de la mucosidad. Mejora el estado de la piel y este tratamiento está recomendado en numerosas afecciones.