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Senda del Celorio. Ruta sencilla con niños entre Geras y Paradilla de Gordón

Rutas con niños
05 mayo, 2021

Un paseo sencillo para hacer con niños, pero de gran belleza y que aúna naturaleza, escultura y literatura en la comarca de Gordón. Bienvenidos a la Senda del Celorio.

Esta ruta circular es muy interesante para realizar con niños por su baja dificultad, sus alegres vistas y su cercanía a León (unos 40 minutos).

Para comenzar la ruta hay que dejar el coche junto a la carretera comarcal LE-473 que une La Pola de Gordón y Aralla de Luna. El comienzo de la ruta está un poco antes de llegar a Geras y hay espacio para dejar coches. Está indicado con dos grandes carteles.

El paseo, de 5,5 kilómetros, se inspira en un relato del escritor leonés José María Menéndez López: Celorio el de Geras. Tú sabes

  • «Celorio viene al mundo fuera de tiempo, a sangre, de nalgas: su madre lo nace en las tierras, en Geras, y su padre, comadrón por necesidad, deja en claro la azada para arrancárselo del vientre a fuerza de manos, que las tiene como garras. De aquello le queda a Celorio un hablar timbrado, la frente desacostumbradamente ancha, unos ojos afilados y como llenos de agua, y cierta apariencia de ave zancuda; le queda también el cuello rígido y un no poder acostarse para dormir, ni para nada, cosa que hace de pie, estribado en una estaca, en una sebe, o contra un árbol, o en cualquier sitio si tiene gana».

Así comienza el texto, que se va desgranando en las distintas paradas de la ruta y que tiene su punto final en Paradilla. Es especialmente bonito el momento en el que tras una pequeña subida se vislumbran las casas de esta localidad enclavada en la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga.

Un poco después se llega al lugar en el que está ubicada la escultura del leonés Amancio González, una enorme mano esculpida en mármol negro de unas 1,5 toneladas de peso y que emerge de la tierra con el objetivo de alcanzar las estrellas. Un símbolo perfecto para el relato de Menéndez López.

En Paradilla de Gordón, junto a la ermita, hay un merendero con tres mesas y bancos que ya querrían muchos restaurantes. Tomar el bocadillo arropado por los paisajes montañosos del Pico Bustillo o la Peña del Altico es más que recomendable.

Una vez hecho el descanso, la ruta continúa por los caminos que discurren junto a la carretera que desciende hasta Geras. Dejamos Paradilla a nuestra espalda y bajamos por esta carretera. Solo unos metros después encontraremos a nuestra izquierda la entrada al camino. Descendemos por él y nos encontraremos a un trasgo descansando entre las rocas, una escultura elaborada también por Amancio y a la que acompaña un texto de Manu Ferrero.

Continuamos hasta llegar a la carretera por la que accedimos al aparcamiento. La cruzamos y atravesamos un puente que salva el Río Casares. Cogeremos un desvío a la derecha para continuar el camino siempre junto al río por praderas y unos senderos con mucha magia.

Prácticamente al final deberemos cruzar un arroyo antes de concluir la ruta y llegar a la carretera. Continuamos por esta unos metros y llegamos de nuevo hasta donde dejamos el coche.