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Susanna Isern: "Nos tenemos que tomar este trabajo muy en serio porque nuestras historias formarán parte de la historia de cada niño"

Libros
06 octubre, 2021

Enumerar todos los libros que tiene publicados Susanna Isern es tarea complicada, así que le preguntamos directamente a ella si lleva la cuenta. Hizo el último recuento en primavera, cuando cumplió diez años su tercera hija, Lluna, quien trajo bajo el brazo el primer cuento publicado de su mamá, Pilú Pilú. Y le salieron 80 libros en una década, aunque desde entonces ha sumado nuevos títulos a una lista que avanza con paso firme hacia la centena. Eso sin mencionar que sus obras se han traducido a 20 idiomas diferentes.

Libros llenos de historias divertidas y sensibles y algunos con mucho mensaje. En determinados cuentos ya había pequeños apartados dirigidos a los padres, pero ahora acaba de publicar su primer libro enteramente dirigido a ellos, Mapa para educar niños felices, un libro sobre crianza con el que espera que cada madre y cada padre encuentre su propio camino.

Este jueves, 7 de octubre, participa en León en el Festival Palabra organizado por el Club Leteo con la charla ‘La palabra como recurso educativo’. Será a las 20 horas en el Salón de Actos del Ayuntamiento de León (entrada por la calle Alfonso V).

Desde Menudo es León hemos querido entrevistarla para conocer un poco más a esta autora que también es psicóloga.

¿Cómo ves, desde tu perspectiva actual, a esa Susanna de hace 10 años que publicaba su primer libro?

Aquella Susanna estaba como loca porque la publicación del primer libro era un sueño hecho realidad. Había estado cinco años esperando porque hubo un primer contrato para un libro que luego se canceló, así que cuando llegó finalmente Pilú Pilu me acuerdo que decía que yo solo quería tener un libro, que con uno que colmara esa ilusión me conformaba. Poco me imaginaba entonces que escribiría tantos y que incluso mi profesión de escritora le iría comiendo terreno a mi profesión de psicóloga hasta el punto de dedicarme en exclusiva a la literatura.

¿Qué has aprendido en este tiempo?

Que a los niños hay que intentar darles siempre lo mejor. En contra de quien piensa que es fácil escribir para ellos, es una gran responsabilidad y los profesionales nos lo tenemos que tomar como algo muy serio porque los niños son el futuro y nuestras historias formarán parte de su propia historia.

También me he dado cuenta de que los niños son los críticos más exigentes y sinceros; al acabar un cuentacuentos siempre hay alguien que dice que no le ha gustado. Eso está muy bien, son sinceros y no podemos gustar a todos.

Después de más de 80 libros, ¿hay alguno al que tengas un cariño especial?

Esta pregunta es muy difícil porque yo siempre asemejo los libros a los hijos y es imposible elegir. Es verdad que hay libros que sobresalen por distintas razones y que otros, sin embargo, no me han dado tantas satisfacciones o no han conectado tanto con el público. No me han invitado al cumpleaños es especial porque lo protagonizan mis tres hijos. Los Quebrantasueños es especial porque es el primero que escribía para lectores más avanzados. Daniela Pirata porque se está convirtiendo en un icono y tiene muchos seguidores. El último, Mapa para educar hijos felices, es también especial porque es la primera vez que me dirijo a los padres directamente. Como ves, no respondo a tu pregunta porque tendría que decirte muchos.

¿Y qué tienen en común todos los que has escrito?

Al principio escribía muchos libros protagonizados por animales ya que es un escenario en el que siempre me he sentido muy cómoda y que me traslada a mi infancia en el Pirineo. Luego me dije a mí misma que cambiara un poco de escenario y buscara otro tipo de protagonistas. Yo lo que sí intento en todos es ser muy sincera y honesta y buscar que siempre tenga una buena historia, que sorprenda al lector y que le emocione.

Tu formación como psicóloga te sirve a la hora de escribir sobre algunos temas que abordan tus libros. ¿Cómo detectas esas necesidades, es a través de tus hijos o de tu trabajo como terapeuta?

La detección de las necesidades ha venido de las dos partes. El libro de No me han invitado al cumpleaños surgió precisamente porque tuvimos esa situación en casa. Uno de mis hijos tenía una tarde extraña, se sentía triste, se enfadaba… y me terminó contando que a todos sus amigos les habían invitado a un cumple y a él no, y eso le estaba llevando a una serie de emociones que me hizo pensar en escribir una historia que sirviera a todos los que estuvieran en una situación similar.

Tu último libro es Mapa para educar niños felices. Con todos los libros de crianza que ya existen, ¿qué va a aportar este?

Cuando mis editoras Yolanda y Marta me lo propusieron yo también estuve pensando qué podía aportar porque ya hay mucho publicado y muy bueno, así que busqué mi voz y encontré que sí había algo que quería decir. A eso se sumó la idea del mapa. Un día paseábamos mi marido y yo con mi hija pequeña, Lluna, y nos dijo: “Mapa, vamos a tomar un helado”. ¿Mapa? Había juntado la primera sílaba de papá y mamá y me pareció muy bonito porque al final para los hijos nosotros somos ese faro, pero a la vez los que necesitamos una guía muchas veces somos nosotros porque nos vemos perdidos. En la crianza hay muchas opiniones alrededor pero la que cada uno va a llevar en su casa depende de muchos factores, de cómo son tus hijos, de cómo eres tú, de con qué te sientes más cómodo… Así que intento dar una visión ecléctica en la que cada uno pueda encontrar aquellos aspectos que puedan interesarle más para su proceso de crianza. Es un libro profundo que aborda temas como la autoestima, la comunicación, la inteligencia emocional, la conducta, el pensamiento positivo, los valores, las herramientas y que además cuenta con un apartado muy importante sobre los padres para que no se olviden de ellos mismos. Todo ello con los ingredientes que siempre deben estar presentes: el amor, el sentido común y el respeto.

Y ¿qué es un niño feliz?

Se trata de buscar la felicidad hoy y mañana porque muchas veces podemos cometer el error de querer que nuestro hijo sea feliz hoy comprándole todo lo que quiere o accediendo a todas sus demandas cuando lo que tenemos que enseñarle es a tolerar y a estar satisfecho cuando no se puede tener todo. Aprender a ser feliz empieza en la infancia, cuando les vamos a dar todas esas herramientas para que de mayores puedan seguir siendo felices. Para mí un niño feliz es un niño que sabe disfrutar del momento, de las pequeñas cosas, de aquello que le rodea y que no echa de menos lo que no tiene, que es capaz de gestionar la frustración y de reponerse aceptando sus emociones y expresándolas. Todo esto potenciando muchos valores que van a ayudar a que nos proyectemos hacia fuera, hacia la sociedad de la forma adecuada. No es solo cuidar nuestra casa sino también el jardín.

Este jueves participas en León en el Festival palabra con la charla ‘La palabra como recurso educativo’. ¿A quién te vas a dirigir y sobre qué vas a hablar?

Me voy a dirigir a cualquier persona que esté en contacto con el mundo de la infancia, a familias, docentes y otros profesionales interesados y voy a hablar de la palabra como recurso educativo centrándome en la ficción, del poder de la palabra a la hora de sembrar unas semillas en el inconsciente y cómo esas semillas pueden ayudarnos a transmitir algo de una manera más intensa o a curar heridas. Hablaré de mi experiencia como madre y como psicóloga a través de la herramienta del cuento, cómo las historias me han ayudado y me acompañan tanto en las consultas como en el proceso de crianza de mis hijos.

¿Como cuántos libros puedes tener ahora en la cabeza?

Como he estado tanto tiempo dedicada al último libro se me han acumulado muchas historias y tengo que ponerme a desarrollarlas para varias editoriales. Entre otras, estoy acabando Los Quebrantasueños 3 y también hay que seguir con la serie de Aqua Marina.