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"Haber formado parte de Pequeamigos es algo que me llevo para toda la vida"

Museos con niños en León
05 mayo, 2025

Cuando un nuevo Pequeamigo llega al Musac, el primer trabajo de los demás es acogerlo y explicarle todo lo que hacen allí. Le suelen contar que ser Pequeamigo es casi como un título que ostentarán para siempre y Elvira se enorgullece de ello. “Haber formado parte de Pequeamigos es algo que me llevo para toda la vida”, asegura esta joven de 18 años.

La entrevistamos, aprovechando que el museo acaba de soplar velas por su 20 aniversario, para saber qué supuso pasar durante años sus fines de semana en los Diverviajes del Musac. “Me aportó diferentes visiones porque ya no era solo ver el arte sino entender al artista pues muchas veces estábamos en contacto con ellos”, explica.

Elvira entró a formar parte del programa Pequeamigos cuando tenía unos siete u ocho años y de sus primeros recuerdos rescata ese sentirse a gusto. “Me encantaba porque llegabas y te podías descalzar, nos sentábamos todos en círculo y había un ambiente de libertad total. Podías expresarte y se te escuchaba; es más, a veces les gustaba tu idea y hacían algo con ella”, relata. “Me parece fundamental que desde pequeña puedas encontrar un ambiente en el que ser así de libre y en el que exploten tus capacidades”, añade.

En el caso de Elvira, sus dos pasiones son la ciencia y el arte. El próximo curso comenzará a estudiar Farmacia y lleva tocando el piano desde los cinco años. “La música me ha amoldado la cabeza y el arte me ha dado, sobre todo, perspectiva; ahí reside también el valor del artista, en mostrar otras realidades que no podemos ver, eso es algo que me encanta”, comenta. Las exposiciones del Musac abordan siempre diferentes temas que aprovechan desde el Departamento de Educación para reflexionar acerca del mundo que nos rodea.

También destaca Elvira lo que le gusta la subjetividad del arte. “Donde tú ves una cosa, yo puedo ver otra y charlar libremente de eso es fantástico. Cuando iba al Musac, era cerrarse la puerta del Deac y podías decir lo que pensabas, no te juzgaban. Lo que está claro es que habrá exposiciones que te gusten más o menos pero siempre va a haber un arte para ti”, opina Elvira, que el año pasado se fue de Interrail con sus amigas y visitó museos de toda Europa.

Cuando a los 12 llegó el momento de dejar el programa -está diseñado para edades de 5 a 12 años-, le dio mucha pena, pero es consciente de que aquel tiempo le sirvió para que se asentaran unas bases. “Es importante que desde pequeños se establezcan estos hábitos para que de mayores tengamos la propia voluntad de decir: ‘oye, pues este domingo voy al Musac’. Como ella, que sigue en contacto con este centro y regresa a disfrutarlo muchos fines de semana. “A mí los museos me dan paz y la exposición que hay ahora de Ai Weiwei me encanta, las que plantean controversia me parecen muy interesantes porque siempre te dan nuevas visiones”, asegura.

En el museo formó también una pequeña familia. Venía con amigas del colegio, pero, además, conoció otras nuevas aquí y luego se reconocían entre ellos por León como los del Musac. “Hacíamos muchas cosas, juegos en parejas, en grupo, de expresión corporal… Pequeamigos va más allá del arte, es de la propia persona”. Para Elvira, entrar en el Musac significaba salir de lo ordinario y entrar en un sitio totalmente diferente. Algo aplicable no solo para los niños y las niñas sino para todo el mundo. “Da igual que entiendas de arte o no, tú te sientas delante de un cuadro y ese cuadro te va a decir algo. Además, exponerte al arte te limpia la mente, entras en un museo y te olvidas de todo lo demás”, concluye.

El programa Pequeamigos es totalmente gratuito pero es necesario inscribirse. Podéis hacerlo aquí.