La mamá leonesa que envía los dientes de leche a los monumentos del mundo
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La maternidad tiene días eternos y noches interminables pero los años vuelan recordándonos la fugacidad de una vida que se escurre entre las prisas. Por eso Cristina Rubio, mamá de dos, intenta, siempre que puede, apuntar algunos recuerdos de sus pequeños para poder volver a ellos cuando desee. Que no se le olvide cuando se le cayó el primer diente a uno o qué día consiguió una gran hazaña la otra.
Con esa motivación nació este proyecto que tuvo su origen en el confinamiento del pasado año que pasaron los cuatro juntos. Aquellos días en los que no se podía traspasar el umbral de los hogares, inventaron numerosos juegos para llenar las tardes, pero había uno que era su preferido. Sentarse e imaginar que viajaban en un avión.
Un día llegaban a Egipto para visitar las Pirámides y al siguiente jugaban entre canguros en Australia. Entonces Cristina pensó en hacerle a Clara, su hija mayor, una especie de diario de viajes, algo que pudiera recordarle todo aquello que estaban viviendo. Coincidía que, con cinco años, iba a entrar en el mundo del Ratón Pérez y en la cabeza de Cristina se fue formando una idea que conjugaba todos estos elementos: los viajes, los lugares, los dientes, la fantasía…
Así nació El Ratoncito y el gran secreto de la abuela, un libro ilustrado por Carlos Rodríguez Fernández que cuenta para qué quiere el ratón Pérez los dientes de los niños: para los cimientos de edificios de todo el mundo, como la Opera House de Sídney, el Taj Mahal en la India o nuestra Catedral de León. Por eso -les irá explicando la abuela a los niños- algunos edificios que no cuentan con dientes en su base, se van torciendo como la Torre de Pisa y otros que descubrirán en el interior de este cuento.
Un pequeño viaje por algunos de los monumentos de todo el mundo que Cristina escribió para sus hijos pero que ha gustado tanto que está preparando una segunda edición para llegar a más personas. “Yo soy bióloga, no me dedico a nada relacionado con esto y la idea era hacer algo para nosotros, pero cuando pudimos salir y lo empecé a enseñar a conocidos y a regalar, algunos me preguntaban si no les podía vender más”, cuenta.
Cristina entró en un mundo desconocido para ella, el de la autoedición y se hizo con una primera tirada de 100 ejemplares. Y sí. Fue todo un éxito. Porque el día que llegó el libro coincidió con la caída del primer diente de Clara, que por cierto es la protagonista de esta historia y en la que está totalmente involucrada. Cuando le preguntaron si le gustaría encontrar algo en especial debajo de la almohada, respondió que con que no se cayeran las pirámides le valía.
Como ha gustado tanto, se ha animado a compartirlo con más gente y ahora vende el libro en una bolsa hecha a mano por ella, que contiene también una señal para colgar en la puerta y que el ratón sepa dónde debe recoger el diente, una bolsita para guardarlo bajo la almohada, una pequeña puerta por donde pueda pasar Pérez y un diario en el que niños y niñas van apuntando la fecha de caída de cada pieza, además de elegir a qué edificio del mundo quieren que vaya a parar para sostener sus cimientos.
El precio de todo es de 15 euros y para reservar uno de la segunda edición que llegará próximamente hay que ponerse en contacto con Cristina por teléfono en el 639 25 10 70 o por mail en cristinarubioviyeira84@gmail.com.
