Skip to content

Mamá Olivo: "Para mí lo mejor del Baby Signing es el vínculo afectivo que estableces con tu bebé"

Sin categoría
22 diciembre, 2020

Los bebés comienzan a comunicarse con sus familias mucho antes de empezar a hablar. A veces con éxito y otras con la frustración de no lograr hacerse entender. ¿Y si hubiera una forma de comprendernos mejor antes de que surgieran las palabras? La hay. Se llama Baby Signing y consiste en enseñar signos básicos a los bebés con los que expresarse. Una técnica que Mamá Olivo enseña en León a otras familias después de su positiva experiencia personal al ponerlo en práctica con su hija.

Detrás de Mamá Olivo está Selina, educadora, maestra de educación especial y apasionada por la metodología Montessori, en la que está terminando de formarse como guía. Por eso, entre otras razones, el nombre de su proyecto, porque cree que es el árbol que mejor representa la educación para la paz que promulgaba María Montessori.

Selina reconoce que también miró en un principio con escepticismo el Baby Signing. Empezó a signar a su bebé con cuatro meses y no fue hasta los 10 cuando recibió feedback de su hija. Dice que entonces alucinó y deseó transmitir sus conocimientos a otras madres y padres que deseen iniciarse en este mundo.

Hablamos con ella para saber más.

No hace mucho que en España oímos hablar del Baby Signing. ¿Dónde empieza? 

En Estados Unidos lo descubrió hace más de 30 años Joseph García, conocido como el abuelo del baby signing. Él trabajaba con familias no oyentes y descubrió que los bebés se comunicaban súper bien con sus padres sordos a una edad muy temprana. Alrededor de los 9 meses eran capaces de hacer 75 signos, que comparado con lo que suele decir un bebé a esa edad es mucho, cuando apenas algunos dicen una o dos palabras. Así que pensó en trasladar los beneficios de las familias no oyentes a las oyentes.

Por otra parte, las profesoras Linda Acredolo y Susan Goodwyn hicieron varios estudios al respecto y en uno de ellos separaron en un grupo a bebés que signaban y en otro a los que no. Al estudiar los resultados a los dos, a los cinco y a los ocho años, vieron que los niños que signaban aprendían a hablar antes, tenían un vocabulario más amplio y mayor coeficiente intelectual.

¿Y no retrasa la llegada del lenguaje el ser capaces de comunicarse con signos?

Es una de las preguntas más frecuentes. Y hasta yo misma me la hice en su momento cuando descubrí este mundo, pero esto es lo mismo que gatear. No porque empiecen a gatear van a perder el interés en caminar. De hecho, ocurre lo contrario porque cuando haces un signo siempre va acompañado de la palabra, y tantas veces que lo repetimos que el niño está más expuesto al lenguaje favoreciendo así el desarrollo del habla. 

Los signos que se utilizan, ¿proceden de la lengua de signos? 

Los principales signos que se usan proceden de la lengua de signos americana. El lenguaje de signos cambia de país en país, pero como el Baby Signing se creó en Estados Unidos, está basado en el de este país. De todos modos, la lengua de signos es mucho más amplia; con los bebés solo usamos palabras aisladas porque el objetivo es establecer una comunicación funcional.

¿En qué consiste el curso en el que enseñas la técnica del baby signing?

Tengo una única modalidad en el que aprenden toda la teoría y, al menos, 50 signos a través de juegos, cuentos y canciones. Les enseño trucos, les explico el proceso, cuánto tiempo tarda en signar un bebé, cómo favorecer el desarrollo del lenguaje, cuáles son sus beneficios, cómo contar cuentos y cantar canciones utilizando signos y mucho más.

¿Cuánto puede tardar un niño en signar desde que se le hacen los primeros signos? 

Es muy relativo, depende de muchos factores. Pero si hay que saber cuándo ellos están preparados para devolver los signos, que suele ser entre los 6 y los 9 meses, cuando ya se sientan solos dejando sus manitas libres para signar, cuando empiezan a imitarnos, por ejemplo, tirando besos, sacando la lengua y cuando muestran interés por comunicarse… Pero que hagan los signos depende de nuestro trabajo, de cuántas personas signen en casa y, sobre todo, de la constancia.

¿A qué edad se debería empezar?

Nunca es pronto ni tarde para empezar, aunque lo ideal sería empezar cuanto antes. Yo empecé con mi hija a los cuatro meses y el primer signo lo hizo a los 10. Está bien empezar pronto, ya que a los padres les lleva un tiempo acostumbrarse a signar, porque al principio es normal sentirse un poco extraño haciendo señas. Lo importante es la paciencia, estamos muy acostumbrados a lo inmediato y esto no funciona así. No haces el curso y a la semana tienes al bebé signando. 

Hemos hablado de los beneficios que esto puede tener a corto plazo, pero ¿qué beneficios tiene en el bebé y en su relación con la familia en el mismo momento?

Uno de los principales beneficios y el que más llama la atención es que reduce la frustración, porque el bebé ya no tiene que recurrir al llanto para cubrir sus necesidades. Otro beneficio muy interesante es que puedes enseñar un segundo idioma, ya que el signo sirve como un traductor simultaneo. Lo más bonito es el vínculo afectivo que estableces, la complicidad familiar que se genera, porque ya no es solo que te diga lo que necesita, sino que vas por la calle y te puede expresar lo que ve o lo que le llama la atención. Por último, favorece el desarrollo del lenguaje verbal, el signo funciona como puente para la adquisición del habla, apoyándose en los signos hasta que se sienta seguro para expresarse.

Tienes toda la información sobre el curso de Baby Signing en su página web.

También puedes seguirla en Instagram para estar al tanto de sus novedades y para aprender sobre cómo aplicar el Método Montessori en casa.