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Los libros de nuestra infancia

Libros
23 abril, 2021

Aquellos libros que leímos en el suelo, los que nos acompañaban cada noche antes de dormir, los que nos descubrieron nuevos mundos y nos dieron armas para afrontar nuestra realidad. Los libros de nuestra infancia quedan, sin duda, marcados en nuestra memoria. Para celebrar este Día del Libro hemos querido preguntar a varias personas relacionadas con la literatura, la educación y el ocio infantil cuáles fueron esos títulos de los que hoy se siguen acordando.

David Fernández Sifres. Escritor de literatura infantil y juvenil.

“Mis lecturas de infancia siempre estarán marcadas por la colección de Los Cinco, de Enid Blyton. Tenían todo lo que me gustaba: misterio, acción, acampadas, libertad, naturaleza, vacaciones, amigos, meriendas espectaculares… Recuerdo devorar cada libro en casa, sobre una alfombra roja, en compañía de mi hermana Mercedes». Sifres conserva toda la colección y continúa comprando los ejemplares de la Editorial Juventud que van encontrando en mercadillos, con lo que tienen ya varias colecciones completas. «Los Cinco fueron mis libros de infancia, sin duda”, afirma.

Emma. S. Varela. Escritora de libros infantiles

Hasta 100 versiones de Alicia en el País de las Maravillas tiene Emma, aunque al que tiene más cariño es el de la foto, la primera edición que salió en castellano, en 1927, y que le regalaron hace unos años. Es una obra que leyó por primera vez con nueve años y que le marcó. “Es un libro que me invita, incluso a la hora de crear, a descubrir nuevos mundos y descubrir las cosas ilógicas que a los niños les encantan».

Manolo Ferrero. Escritor de libros infantiles y cuentacuentos

Nos cuenta Manolo que todavía le costaba leer libros sin dibujos y se decantaba más por relatos cortos cuando llegó a él La llamada de lo salvaje, de Jack London. “Algo se abrió en mí con esta historia. El perro Buck, con su nobleza y amor a su amo, me llegó hasta el corazón. El hielo, las ventiscas de nieve y la lealtad. Una gran historia que os recomiendo”.

LETICIA RODRÍGUEZ GANCEDO. Profesora y autora de Mamá Gallina

Esta profesora y autora del álbum infantil Mamá Gallina –ilustrado por Raquel Lanza- recuerda su infancia entre libros, pues tenían una biblioteca en el barrio que era como su segunda casa. Muchas historias la marcaron pero si hay una que considera imprescindible es Momo, de Michael Ende. Cuando la leyó –con 7 u 8 años- se imaginaba a ella viviendo una aventura como la de la niña protagonista. “Yo jugaba en la calle con los niños de mi barrio, quería ser Momo y también me imaginaba que un día por arte de magia aparecía en mi barrio”, cuenta. “He leído varias veces este libro, la última hace unos meses. No importa la edad que tengas que siempre esta historia te invita a reflexionar”, analiza.

Ana (creadora de Pequeideas en Facebok e Instagram)

Ana destaca El Principito entre las lecturas de su infancia y lo hace citando al propio autor, Antoine de Saint-Exupéry: “Todas las personas grandes han sido niños antes (pero pocas lo recuerdan)». «Este libro me recuerda que fui niña, y me acerca a mis lecturas de hace ya unos cuantos años”, dice. Para Ana este libro es mucho más que un libro. “Es un tratado filosófico que nos habla de la amistad y el amor, pero que también refleja la soledad y la tristeza”. En su opinión, a pesar de que el libro tiene ya 77 años, sigue ayudando a afrontar la vida de una forma positiva y cargada de valores. “Hace poco lo releí con mis hijas, y fue mágico. Este clásico tiene la virtud de permitir diversidad de interpretaciones, según la edad del lector: niño, joven, adulto o anciano”, concluye.

ÓSCAR GARCÍA (Propietario de la Librería Casla)

Óscar reconoce que no fue un gran lector de pequeño y que le costaba enfrentarse a los textos, pero algo fue diferente con El Pirata Garrapata, uno de esos libros que “cuando empiezas no quieres parar”. Lo leyó con 7 años y recuerda el divertido rato que pasó con las aventuras de este pirata inexperto y de su torpe tripulación. “Me reí mucho, es un libro que te hace pasar tan buen rato que lo leí de nuevo años después y me hizo sentir igual que la primera vez”, cuenta.

Natalia. Profesora de Yoga para niños y familias en Handle with care

A sus 8 años, Natalia se enganchó a la colección de Manolito Gafotas, de Elvira Lindo. “Manolito es un niño corriente de Madrid al que le pasan cosas de niños y se pregunta cosas de niños. Es muy sencillo y creo que por eso me gustaba, porque la vida de Manolito podía ser totalmente real, la de las amistades, el amor, los padres, los celos de hermanos… Y todo con un toque de humor perfecto para los peques”. Se recuerda entonces tumbada en la cama de sus padres leyendo un buen rato junto a su madre, que supone que solía estar enganchada a alguna novela policíaca.

Vanesa Díez. Profesora y autora de varios libros infantiles.

Esta profesora del medio rural recuerda perfectamente el momento en que recibió uno de los libros favoritos de su infancia, El fabricante de lluvia, de William Camus. Lo dejaron en su casa los Reyes Magos cuando acababa de cumplir 11 años y, aunque se lo dejó a alguien que nunca se lo devolvió, hace unos meses logró encontrar de nuevo la misma edición, con la portada de entonces. “Es el primero de una colección en la que Pete Breakfast vive distintas situaciones y aventuras, durante la época loca y despiadada de los primero colonos norteamericanos. Todos ellos son muy chulos pero El fabricante se mueve en un nivel de léxico, dobles sentidos , sensibilidad y ritmo, que me enamoró desde la primera vez que lo leí”, cuenta.

Angie. Profesora de teatro y cuentacuentos

Todavía conserva el libro de Fray Perico y su borrico que leyó y releyó durante su infancia, aunque está en casa de su madre y el confinamiento le ha impedido enseñárnoslo. Muchos adultos crecieron con esta historia, las aventuras y desventuras de un fraile y su borrico en la llegada a un convento. “Os invitan a vivir situaciones disparatadas y alocadas y sinceramente la mar de divertidas. Yo siempre he sido de risa fácil, y dentro de la torpeza de nuestro personaje está la gran bondad que lo hace adorable”. Angie cree que todos tenemos un poco de Fray Perico y por eso no podemos parar de reír cuando se mete en otro jaleo.

Bea y Rafa, propietarios de la Sputnik Librería Café

No fue su primer libro pero sí del que guarda un especial recuerdo. Bea leyó varias veces La historia interminable, de Michael Ende, alguna incluso a escondidas por la noche cuando la creían dormida. “Me parece fascinante la historia de Bastian y Fantasía y estaba muy enganchada. Tengo la imagen guardada (y esto quizá sea porque también vi varias veces la película) de Bastian entrando en una librería con un montón de libros y encontrando esta historia interminable”. 

Rafa se decanta por El Pirata Garrapata, de Juan Muñoz Martín, quien se embarca con lord Chaparrete en el Salmonete y vive mil aventuras. Eso sin olvidar la historia de amor con Floripondia… “Es una novela que recoge todos los ingredientes que en aquella época de descubrimientos me fascinaban: las aventuras, estar al margen de la ley, los mares y los rincones escondidos, perseguir con denuedo las ilusiones, el amor… en un estilo sencillo y comprensible para mi edad».